jueves, 3 de diciembre de 2009

ARTÍCULO. VIOLENCIA DE GÉNERO


UNA VOZ PIDIENDO AUXILIO




En estos días que se ha cumplido el aniversario contra la violencia de género es cuando todos los ciudadanos recordamos, el apoyo constante que hay que tenerles a estas pobres víctimas. Los medios de comunicación emiten más mensajes publicitarios que de costumbre y los actos en memoria de estas mujeres que perdieron la vida por ser presas de su propio destino, no paran de celebrarse en las diferentes ciudades españolas. Una violencia que año tras año aumenta, mujeres que sin darse cuenta se convierten en esclavas sumisas de sus propios verdugos. Aunque también debemos de recordar que en ocasiones los papeles se invierten y los hombres pasan de ser maltratadores a maltratados por sus propias mujeres o por las circunstancias familiares que le rodeen, pero estos casos son una minoría comparado con la violencia que sufre el sexo femenino.
Hoy en día, existen muchas organizaciones, entidades… que apoyan a estas víctimas que soñaban con una vida llena de felicidad, alegría… pero a su pesar, se ha convertido en una vida llena de sombras, tristezas… estas organizaciones no son suficientes para respaldar a estas mujeres de las amenazas que sufren; por parte de aquellos que le juraron amor eterno. Las denuncias se suceden, una tras otra en los juzgados y la desesperación llena sus vidas, ya que el maltrato no solo lo sufren ellas, de por medio existen hijos que ven como sus madres son golpeadas y maltratadas, pero no saben que ese es injusto y no tiene razón alguna.
La impotencia llena nuestras vidas, cuando en las noticias anuncian la muerte de una de estas infortunadas mujeres, que solo deseaban vivir una vida llena de paz y tranquilidad. En ningún momento, se pensaron que su príncipe azul se iba a convertir en un ogro aterrador. En millones de ocasiones, nadie mueve ni un solo dedo para evitar un destino trágico, que la gente de su alrededor conocen y callan, esconden…por temor a futuras represalias. A pesar, de que hayan denunciado en millones de ocasiones, la justicia no ayuda mucho, solo sabe ayudar cuando el daño mayor ya está hecho y entonces llegan las lamentaciones, el odio, una enorme pena por esa persona que era joven, madre de familia y que todavía le quedaba mucha vida por vivir. Pero no hemos sabido estar ahí, cuando esa mujer solo pedía una ayuda que era más que necesaria.
Por esto y mucho más, nunca debemos de optar por el silencio como nuestro aliado ante un posible maltrato o agresión del que tengamos constancia. Aunque, en ocasiones no lo imaginemos podemos salvar vidas, ya no solo hablamos de las mujeres sino también de sus hijos que sufren psicológicamente esta situación. Debemos de aportar nuestro granito de arena ante una situación que por desgracia se repite día tras día. Quiero hacer un llamamiento hacia aquellas personas que tienen el poder en sus manos, para que nunca olviden que alguna vez, les puede ocurrir a ellos mismos. Por eso, durante los doce meses del año debemos de luchar por una causa que lo merece, y ayudar a esas mujeres que piden auxilio en silencio.

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